martes, 18 de marzo de 2008

EL FACTOR MIEDO

Tener miedo es algo natural en los seres humanos, es lo que los hace, en muchos casos, reflexionar y ser prudentes. También es lo que los ayuda a ser cuidadosos, pero el problema es que tienden a cuidarse demasiado y no son capaces de luchar por lo que conviene a mas personas, solo son capaces de protegerse a si mismos.

En un pueblo en guerra es necesario ver la valentía de las personas, y esto no se trata de ser capaces de tomar un arma, o de cogerse a golpes los unos a los otros, esto es diferente, se trata de ser capaces de pelear por lo que es justo, tenemos unas leyes que nos rigen y que a pesar de no ser perfectas son las que deben mantener nuestra convivencia y no apegarnos a ellas puede ser peligroso para una comunidad.

Es muy triste que en varias partes del territorio se use el factor miedo, para imponer una justicia que pertenece a pocos, además de permitir que ese miedo sea el que rige a las personas de una nación. No solo el miedo que traen las armas sino también el miedo, a perder un empleo, o a no ser tomados en cuenta, en cierta forma l régimen del “Terror” vienen de distintas partes y de distintos actores de la vida diaria.

Las personas mantienen miedo, que en muchas ocasiones se nota más que en otras, y que esta ubicado en varios puntos, las relaciones sociales, sentimentales, familiares y laborales. La cuestión es que la constitución y las leyes deben estar allí para protegernos, y necesitamos ser capaces de protegerla a ella, pero también debemos ser capaces de cumplirla nosotros mismos.

La constitución para las personas no es algo que se lleva en el pensamiento del día a día, de hecho el pensamiento del día a día es “Triunfar”, no creo que sean muchos los que se paren a pensar en las consecuencias que sus actos puedan tener sobre otras personas, y los que lo hacen simplemente buscan la mejor manera de ignorarlo.

Debería ser papel de todas las instituciones educativas, incluyendo al núcleo familiar, enseñar a las personas lo importante que es hablar en el mundo, defender lo que es correcto por encima de los beneficios personales, talvez sea arriesgado, pero es lo necesario para hacer de nuestro entorno un lugar mejor para vivir.

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